La acción principal que se puede llevar a cabo en twitter, después de dar las buenas noches o plagiar a @TuristaEnTuPelo, es followear a otro usuario. Esto es, suscribirnos a sus mensajes para recibirlos en nuestro timeline.
Los motivos por los que una persona puede seguir a otra en twitter son diversos y variados, y depende exclusivamente de los gustos personales de cada uno. Podemos seguir a alguien porque escriba cosas que nos hagan gracia, porque sea un famoso, porque hable de un tema que nos interese, o porque sea una tía.
La gente a la que followeemos será la que configure nuestro timeline. Serán ellos a los que leamos cada vez que entremos en twitter. Serán, por tanto, los que nos definan a nosotros mismos como personas.
"Quien siembra malos followers recoge un timeline de mierda".
"Somos lo que followeamos".
"Dime a quién followeas y te diré quién eres".
Nunca los proverbios mongoles fueron tan acertados, porque si llegas un día y dices: "menudo coñazo esto del twitter", lo más probable es que alguno te contestemos "menudo coñazo tú, hijo de puta".
Y entonces te tendrás que callar.
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Unfollow. Unseguir. Del latín unsequire. No ir después o detrás de alguien.
Hay una situación en la vida de todo twittero que llega tarde o temprano: la decisión de hacerle unfollow a @Buenafuente. Y luego ya a otras personas.
Al igual que en una relación de pareja, llega un momento en el que pensamos: "a la siguiente estupidez que diga, le mando a tomar por culo", con la notable diferencia de que en twitter solo tenemos que apretar un botón para olvidarnos de la otra persona; mientras que en la vida real hay que esperar unos días a que desaparezca de la cabeza la marca de la biografía de Pink Floyd a la que tanto cariño le teníamos.
Como seguir o dejar de seguir a alguien en twitter no es algo bilateral, puede ocurrir que:
a) Seamos nosotros los que hagamos unfollow a alguien, generalmente porque haya dejado de interesarnos lo que decía, porque se haya echado novio, o porque se haya puesto el logotipo de UPyD en el avatar; a lo que reaccionaremos clicando en el botón rojo de su perfil exclamando "¡come unfollow, come!", al tiempo que agitamos violentamente el brazo que aún tenemos libre, en el hipotético caso de no estar visitando xvideos en ese momento. O eso me han contado. Que yo no lo sé.
b) Seamos nosotros los destinatarios del unfollow, lo que supondrá un golpe bajo a nuestro ego, y a cuyo significado intentaremos dar respuesta acudiendo a who.unfollowed.me para ver quién ha sido el descerebrado que ha dejado de leer nuestros tweets tan ingeniosos. Jajaja. Mistetas. ¡El perro se llamaba Mistetas! Es que no entiendo que no tuviera más RT's. Cagontó.
Malditas tuitstars creídas que se piensan que les estás haciendo la competencia.
Académico: estonoes1tuiter
JAJAJA algo básico del Twitter, puta adicción.
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